En los últimos años invertir se volvió tema de sobremesa: desde el boom de las criptos hasta la facilidad de operar desde el celular, el mundo financiero dejó de ser un “club exclusivo” solo para los entendidos en el foro de Rava Bursátil. El problema es que, junto con el interés, también aparecen falsos gurús y consejeros de dudosa procedencia con promesas milagrosas que incluso pueden terminar en estafa. Esto no significa que tengamos que mirar para otro lado: aprender a invertir es una habilidad clave para cuidar y hacer crecer nuestro dinero. La clave está en informarse bien, filtrar el ruido y rodearse de asesores idóneos que pongan tu interés primero.

Sí… y no. El riesgo está, pero no significa “jugar al rojo en la ruleta”: existen inversiones muy conservadoras y otras más arriesgadas. La clave es tener expectativas realistas y entender que siempre existe un riesgo que tenemos que conocer, controlar e intentar minimizar. Por eso, antes de poner un peso, un asesor serio te hace una perfilación: mide tu tolerancia al riesgo, tus objetivos y tu horizonte de tiempo, para armarte una estrategia que te deje dormir tranquilo.